sábado, 7 de abril de 2012

Cap #36

(Narro yo)


Al fin habías terminado todos los informes, Christopher aún seguía aquí, ahora te ayudaba a recoger. Cuando terminasteis de recogerlo todo ya eran las diez y media de la noche.
Chris: ¡Que tarde se ha echo!
Tu: ¡Si! ¿Te apetece tomar y comer algo?
Chris: No, no, gracias, bastantes molestias te he causado desde que vine -Sonrió y se rascó el pelo.
Tu: ¡¿molestias?! ¡Al contrario, Christopher! Me has ayudado muchísimo, sin ti aún estuviera trabajando -Le sonreíste.
Chris: Me alegro haberte servido de ayuda, pero ya es hora de que me valla... 
Tu: Bueno, no te obligaré -Reíste.
Chris: Me voy pues -Volvió a sonreír ampliamente mientras se dirigía a la puerta, tu lo acompañaste.
Tu: ¡Adiós!
Chris: ¡Chao! -Se metió las manos en los bolsillos y se marchó caminando a paso lento.
Cerraste la puerta de la calle y te dirigiste a la cocina, para tu suerte y desgracia, Andy estaba allí... tan lindo como siempre, tenía unos pantalones de pijama y una camiseta de tirantes gris, su pelo estaba liso y perfecto... lo adorabas... 
Te sentaste a su lado.
Andy: Hola... -Dijo indiferente.
Tu: Ho-hola... -Cogiste una manzana y le diste un bocado.
Andy: Oye, ¿mis amigos te molestaron hoy? -Se metió una patata frita en la boca y me miró mientras la masticaba.
Tu: ¿y cuando no lo hacen?
Andy: Lo siento, ya les dije que no lo hicieran.
Tu lo miraste, su boca estaba brillante por el aceite de las patatas fritas y sus ojos se clavaban en ti con una expresión tranquila y serena, sentiste deseos de acariciar su preciosa cara y besar su ahora grasienta y linda boquita... pero te contuviste.
Tu: Gra-gracias... -Os intercambiasteis una larga mirada, después Andy apartó la vista para darle un sorbo a su Cola-Cao.
Andy: No hay de qué -Se encogió de hombros- A veces se ponen bastante pesados...
Tu: ¿Bastante? ¿Solo eso?
Andy soltó una leve carcajada.
Andy: Creo que le gustas a Ashley.
Tu: Pues que mal... el a mi no me gusta... es horrible...
Andy: Vale... no se lo diré... si no le da algo...
Tu: Puedes decírselo.
Andy: Si, y luego vendrá a matarte.
Tu: No dejarías que hiciera eso -Dijiste en un hilo de voz.
Andy: Por supuesto -Se apresuró a decir como si nada.
Sonreíste para tus adentros.
Andy: ¿Quién era ese tipo que estaba contigo hace un rato?
Tu: Mi novio -Lo pusiste a prueba.
Andy: Oh, ¿tan rápido me has reemplazado?
Tu: Claro, ¿Esperabas que me quedase sola? Jamas...
Andy: pues no se ve muy cariñoso.
Tu: Quizás es que tu lo eras demasiado...
Andy: Quizás es que te quiero más -Dijo rudamente, parecía molesto.
Tu: Tranquilo, no es mi novio... es un compañero de trabajo que vino a ayudarme con unos informes porque tu padre se ha vengado de mi mandándome doscientos treinta informes... que los he contado...
Andy: ¿Cómo que se ha vengado? -Frunció su precioso ceño.
Tu: Así es... Después de dármelos me dijo que así me mantendría ocupada con otra cosa que no fueras tu... o algo así... joder, me duele la muñeca de tanto escribir...
Andy: ¿en serio? -Frunció aún más el ceño.
Tu: Si... aún estaría haciéndolos si no fuera por la ayuda de Chris...
Andy: ¿Así se llama?
Tu: Si.
Andy: Hablaré con padre...
Tu: ¡No! -Gritaste.
Andy: ¿Por qué?
Tu: Será peor... me mandará todo el trabajo a mi...
Andy: No te preocupes...
Tu: No hables con él, por favor...
Andy: Lo voy a hacer.
Tu: Pues como me mande más trabajo serás tu el que lo haga.
Andy: Trato hecho -Alargó su mano para que se la estrecharas, y así lo hiciste.
Al tocar su mano sentiste como una explosión de mariposas te inundaba el cuerpo... Andy apretó tu mano con la suya y te miró a los ojos, se acercó a ti y te besó suavemente en la mejilla unos segundo, después te susurró al oído.
Andy: Buenas noches.
Soltaste un gemido.
Andy se levantó de su silla y subió las escaleras hasta su cuarto.
Suspiraste y tocaste tu mejilla, justo donde Andy había pegado sus labios hace unos segundos.
Dios mio, deseabas subir allí arriba y comértelo a besos... y después hacer el amor una y otra vez hasta que os quedaseis dormidos... dios si...


Helena entró a paso lento en la cocina y, cuando me vio allí agachó la cabeza avergonzada. 
Yo: Hola.
Helena: Buenas noches -Se sentó junto a mi - ¿Qué tal?
Yo: Fatal... peor imposible... -dije en un susurro.
Helena: Lo siento, sé como te sientes.
Yo: No, Helena... tu jamás te has enamorado de tu primo hasta tal punto que darías la vida por él y jamás te han obligado a que te separaras de él y... jamás has traicionado a la persona más importante de tu vida... jamás...
Helena: Lo siento... lo siento mucho... -Te abrazó.
Yo: le quiero demasiado, Helena... demasiado -Dijiste al borde de las lágrimas.
Helena: Lo sé... sé cuánto os queréis... de veras que lo sé...
Yo: No puedo vivir si él... sin sus besos y caricias... no puedo...

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