viernes, 29 de junio de 2012

Cap #44.


(Narro yo)


Te encontrabas en la cocina de Ashley, junto a Andy, desayunando. De repente Ashley apareció desnudo de cintura para arriba.
Ashley: buenos dí... ¡Andy! -Se paró en seco cuando te vio -¿Qué hace ella aquí?
Andy: Anoche me la encontré borracha como una cuba y tirada en el suelo -Rió.
Tú: No hacía falta que dieras tantos datos, Andy -Te ruborizaste.
Ashley rió a carcajadas.
Andy: ¿y tú que hiciste anoche?
Ashley: lo de siempre -dijo mientras se sentaba en una silla a nuestro lado -me tiré a tres chicas que estaban como un tren y luego vine a descansar... a las cinco de la mañana -Cogió un baso y vertió en él zumo de naranja.
Andy: ¿y no te trajiste ninguna a casa?
Ashley: No, si no me las traigo me ahorro las caricias matinales -Rió.
Tú: Serás cochino... -Susurraste para ti misma.
Ashley: ¿Cochino? Pues aquí tu amado novio o lo que quiera que seáis, piensa, exactamente igual que yo -Sonrió.
Andy: Pensaba -Le corrigió.
Le diste un sorbo a tu café.
Asndy: Bueno, conejita, ¿hasta que hora te vas a quedar?
Tú: Tengo que estar allí antes de que vuelvan nuestros padres -Dijiste mientras te mordías el labio.
Andy: Bueno pues nos queda... -Miró el reloj de la cocina -Una hora... joder...
Tú: Joder... -Repetiste.
Andy: Nos da tiempo a bañarnos juntos -Rió.
Ashley: ¿Bañarnos? ¿Y yo? ¡¿No me vais a invitar?!
Tú: ¡No! -Frunciste el ceño.
Andy: Eres un capullo -Rió.
Ashley: Era coña -Sonrió mientras le daba un bocado a su magdalena.
Andy: ¿Vienes? -Se levantó de la silla y te miró.
Tú: Claro -Te levantaste y le diste la mano.
Os dirigisteis escaleras arriba y entrasteis a su dormitorio.
Andy: Vamos a darnos un baño -Sonrió.
Tú: ¡Sí! -Reíste y Andy te cogió en brazos.
Andy: Quiero que te lleves mi aroma a casa... -Juntó sus labios con los tuyos en un lento beso.
Respondiste con un gemido.
Andy entró al baño y te soltó en la ducha, entró el también y abrió el grifo. Agua templada calló por encima de vuestras cabezas, provocando el el efecto de un afrodisíaco.
Andy te quitó una empapada camiseta de Rolling Stones que el mismo te había prestado y que era la única prenda que vestías, también se deshizo de sus mojados bóxer y sin vacilar, colocó una de tus piernas a la altura de su cintura y te penetró lentamente. La pierna con la que te apoyabas, empezó a temblar y a perder estabilidad, pero apoyándote de Andy conseguiste no caerte del placer que Andy te estaba provocando con cada lenta, pero profunda embestida.
Andy profería pequeños gruñidos de placer mientras acariciaba todo tu cuerpo con sus suaves y varoniles manos.
Tu gemías con la cara encerrada en su pecho duro y caliente, mientras sentías como entraba en ti lentamente mientras que los músculos de todo su cuerpo se contraían con cada lenta y pausada penetración. Sentías como gotitas del pelo de Andy caían en tu espalda, y lo miraste.
Andy sen encontraba mirándote fijamente, sus ojos estaban brillantes y más azules que nunca y se encontraba mordiéndose el labio inferior con tanta fuerza que creías que se iba a lastimar, al fin, y juntando sus labios con los tuyos, llegasteis al éxtasis, y como consecuencia de esto, perdiste el equilibrio por completo y caíste al suelo, arrastrando contigo a Andy, el cual calló encima de ti.
Cuando el placer del orgasmo cesó reísteis a carcajadas, Andy te volvió a besar.
Andy: Eres una patosa, conejita -Rió.

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